lunes, 22 de septiembre de 2008

El dilema del abrigo

Desde que estaba en México, recibí la misma recomendación de parte de todo mundo. “¡No, no compres ningún abrigo aquí, porque no te va a servir de nada para un frío de allá!”. Eso no es lo que voy a discutir; la verdad todavía no empieza el frío del bueno, de hecho apenas hoy empieza el otoño, o por lo menos eso dijo Google.
El punto es que desde el momento en que llegué, le he estado preguntando a la gente dónde puedo conseguir un abrigo. La respuesta es siempre muy similar…

¿Recuerdan que les conté que Henri me llevó a un lugar donde venden muebles y electrodomésticos usados y reparados a precios muy bajos? Bueno, en caso de que no lo recuerden, ya saben que así fue. Al día siguiente, Elina me llevó a un Flea Market. Me dijo que le gusta ir y que seguido consigue cosas buenas. Yo suponía que igual que Henri, me proponía encontrar algunos muebles y artículos en buen estado.

Tengo que reconocer que me sorprendí cuando encontramos tanta gente vendiendo y comprando ropa usada. Elina me decía que tenía que comprar ropa de tal o cual material, para no pasar frío. Ese día sólo compré un libro de un curso de Finlandés (que por cierto, de churro es el mismo que me pidieron en mi clase), en la fabulosa cantidad de 5 euros.

Cuando me mudé con Minni, le hice la misma pregunta, sobre los abrigos. Me recomendó ir a un Mercado de Pulgas. Me enseñó como 6 abrigos, la mayoría los compró ahí. Minni es muy crítica, así que me dio toda una explicación de cómo Finlandia sufre un proceso en el que de ser un país pobre unas generaciones atrás, ahora lo tienen todo. Según ella, su generación se enfrenta a una cantidad agobiante de opciones y de presiones, porque les piden estar demasiado preparados para cualquier cosa. Entre tanto agobio, la mayoría de los “jóvenes”, se refugia en el consumismo, aunque también sufren en él, porque siempre quieren tener más cosas. Por eso se pueden conseguir cosas tan buenas en los mercados de pulgas.

Aunque comprendía el punto y trataba de verlo objetivamente, comprar ropa usada, me seguía pareciendo bastante extraño. Después de pensar un rato, me di cuenta de que el problema no es que la ropa sea usada… de cualquier forma todos pasamos por eso. Yo fui el último eslabón en la cadena de primas que usaban las pijamas que la abuela trajo de china. Creo que pasé toda la infancia durmiendo con pijamas de chinitas, aunque la que originalmente me trajo (si es que me trajo), la he de haber dejado cuando tenía dos años…

Entonces comprendí la diferencia esencial entre México y Finlandia en lo referente a las pertenencias. Creo que para los mexicanos, los objetos tienen un valor distinto al real; consideramos que son de alguien y por lo tanto han vivido la historia de ese alguien. Cuesta trabajo pensar que el objeto pueda cambiar de manos sin mayores consecuencias. Además está el “y qué tal que está sucio o que la persona que lo utilizaba era muy sucia…” Si ese objeto, ese “algo”, era de alguien a quien estimamos, el valor cambia también; es un recuerdo, una reliquia.

Para los finlandeses, los objetos son objetos. Los hay de buena y mala calidad. El productor es importante, también el diseño y material. Si están en buen estado, vale la pena comprarlos; pero no es justo pagar mucho cuando están usados.
El sábado del fin de semana anterior a la entrega del proyecto, quedamos de vernos en la mañana para trabajar. Como todavía nos faltaba ordenar algunas ideas y todos necesitan muebles, tapetes, cortinas, o lo que sea, fuimos de nuevo al Flea Market. Encontré un abrigo muy bueno. Justamente como el que me enseñó Minni que heredó de su mamá. De los que hacían en los 70’s; de piel, de excelente calidad y muy caliente, por 40 euros.

Lo compré; ya sea por la calidad, por el precio, por la lucha contra el consumismo o la sobre producción; por la cultura del reuso… no sé. Pero sí sé que por lo menos ¡voy a sobrevivir el invierno!

jueves, 4 de septiembre de 2008

MUY INSTALADA

Ya puedo decir que VIVO en Helsinki. No sólo he terminado de tramitar todo (cosa que quiere decir que puedo dejar de cargar mi pasaporte a todos lados); ayer fui a jugar volley!! Muy cerca de "mi casa", hay un deportivo una de las chavas del equipo de segunda, que de hecho entrena a unas niñas, me dijo que podía ir a las 6, para jugar con los de 4ta, me viera y entonces me decía con qué equipo podía jugar. ¡Me dio los datos de la entrenadora de las de 2nda!
A lo mejor entro a jugar también con las de la Universidad de Helsinki, pero ellas todavía no están entrenando. ¡Ya extrañaba jugar!

Sobre el proyecto

Probablemente esta sea una “entrada” que sólo le interese a los diseñadores. ¡Advierto desde ahora!

Como les comenté, juntaron a todo el departamento de diseño para hacer los equipos. Diez equipos de entre 8 y 10 integrantes. Todos somos de “nuevo ingreso” a la maestría. Algunos estudiaron la Licenciatura en esta misma escuela, pero de cualquier forma, están haciendo el proyecto.

Creo que en general, juntaron a los departamentos de Diseño Industrial y Estratégico, Diseño espacial y de mobiliario, Diseño Textil y Arte y Diseño Aplicado. Antes de que empezara este proyecto, sólo habíamos venido dos días a la escuela, jueves y viernes, para unas introducciones generales sobre el manejo de la escuela y muy especialmente para que nos entregaran los documentos oficiales que necesitábamos para los trámites con el gobierno de la ciudad.

Yo tenía una semana vagando por Helsinki y creo que más o menos eso, es el tiempo que llevaban todos. Así que nos presentaron el tema: Grow Helsinki, pero nada más. Nos asignaron tutores; uno por cada equipo. Los tutores no son profesores de la escuela, sino alumnos de Maestía de segundo año. Nuestro tutor es Devon Osborne, un arquitecto australiano que creo que ahora está en el departamento de Diseño Industrial.

Cada tutor le propuso a su equipo, un lugar dentro de la Ciudad, para que lo visitáramos el mismo día que iniciaba el proyecto. De igual forma, cada uno había pensado previamente alguna inclinación del tema, aunque no estamos, de ninguna manera, obligados a seguir. Devon escogió llevarnos a la Iglesia de la Roca, uno de los sitios turísticos más visitados de la ciudad.

La Iglesia fue construida entre los 50’s y 60’s, según las chavas finlandesas del equipo; no sé qué tan confiables sean. Lo cierto es que no es una construcción antigua, sino que intenta recuperar la tradición de la arquitectura finlandesa mediante el material y la forma.

Es una iglesia redonda, principalmente luterana, pero utilizada indistintamente por cualquier religión. Tiene un techo principalmente de vidrio, pero en el centro hay una especie de cúpula (que es más bien como un plato), de cobre que se ve realmente impactante, apesar de su aparente simplicidad.

Sólo estuvimos en la iglesia unos minutos. Después Devon nos dijo que él tenía la idea de que nos enfocáramos a los byproducts del crecimiento del consumismo. Nos habló un poco sobre algunos festivales en la ciudad y la cantidad de basura que se genera. Después fuimos a un bar, a platicar un poco del proyecto y de la “tarea” para el día siguiente. (Eran como las 12 del día, así que sí, sí platicamos)

En ese momento hicimos una introducción más profunda, sobre quién era quién. Qué había estudiado, etc. Les presento a mi equipo:

Los finlandeses:

JP (Juha-Pekka). Chavo de mi edad (creo), cabello lacio, muuuuy largo. Estudió Diseño Industrial en TAIK, pero después estuvo trabajando un rato en la universidad de Tecnología. Es un ADICTO de la Tecnología. MA DI.

Mira. Se pronuncia Mirra. Mujer de alrededor de 35 años. No sé exactamente qué estudió, pero tenía 13 años trabajando en la industria textil; principalmente diseñando patrones para textiles utilizados en ropa. Entró en un programa educativo apoyado por el gobierno de Finlandia, en el que recibe su sueldo (pagado por el gobierno), no tiene que ir a trabajar, pero tiene 2 años para terminar; no puede atrasarse de ninguna manera; termina y regresa a su trabajo para desempeñar otra labor. MA DT

Iina. Chava sueco-finlandesa. Estudia todavía la Licenciatura, pero está adelantando algunas materias de la maestría (diseño espacial y de mobiliario). Es muy amable y es quien nos invita a las fiestas y eventos sociales.

Tiia. Igual que Iina, pero ella (tono fresa) está suuper preocupadaa porque se está mudando a Espoo, una ciudad pegada al área Metropolitana de Helsinkiii, con su noviooo, porque el tiene un suuper depaaaa allá. Entonceees, está remodelaaando porque saben, le gusta vivir... bien, nice.

Chongbei. Viene de China, tiene 22 años, es chiquitita. Muy chaparrita, muy flauqita. Tímida, casi nunca habla, pero es suuper inteligente. Estudia MA DI

Sawako. Viene de Japón, es tímida y habla poco inglés, tiene su traductor electrónico. Casi nunca habla, estudia MA DT.

Danny. Nació en Nueva Zelanda, pero tiene origen Coreano- Alemán. Tiene 21 años, estudió DI, sigue en ese depto. Le gusta la música, nos hace reir; creo que se parece al de Gorilaz (dibujo, banda musical...).

Lukas. Nació en Polonia, pero viene de Alemania. Él estudia en un programa especial, en el que hacen Licenciatura y Maestría en un periodo de 5 años. Estudian el primer año en su propia universidad, los siguientes 3 en 3 distintas universidades de europa y tienen que terminar en la suya. Es súper simple y tiene una risa chistosa, que seguido nos contagia.

Bueno, pues ese es el equipo; la primera tarea fue que cada quien tomara 10 fotos que representaran “Growth”, de distintas maneras. Obviamente todas fueron muy disitintas. Así que nuestra primera lluvia de ideas funcionó para definir la palabra. Además, nos enfocamos en 3 conceptos distintos: Flujo, tiempo, byproducts. Lo consideramos dentro de un diagrama general para cualquier tipo de crecimiento. Así que el siguiente paso fue decidir hacia dónde lo llevaríamos.

Para muchos de nosotros (especialmente para mí y las chavas de China y Japón), no hacía mucho sentido buscar el crecimiento “literal”, de la ciudad de Helsinki, pues conocemos las implicaciones negativas de las ciudades de grandes escalas. Personalmente, en ese momento no encontré tampoco mucho caso en alarmarnos por los desechos de la ciudad de Helsinki; digo, ya quisiéramos que en México se separara la basura por lo menos en orgánica e inorgánica.

Entonces empezamos a pensar en nuestras primeras impresiones de la ciudad. Todo parece funcionar de maravilla. Lo único que siempre salta, como cuando nos dieron el discurso de bienvenida y la “comedia” sobre el choque intercultural; es el humor de los finlandeses o su incapacidad para relacionarse. Aquello de pasan 10 años y los vecinos comienzan a saludarse.

Así pues, planteamos nuestro primer experimento: iba a haber un picnic al día siguiente, como parte de las actividades de las asociaciones estudiantiles del departamento de diseño, a nivel Licenciatura. Decidimos desarrollar una herramienta que permitiera que la gente se conociera y platicara. Aprovechamos las fotos que habíamos tomado y las cortamos como piezas de rompecabezas. Cada una en dos; a la imagen le agregamos una pregunta, para que la discutieran. No había manera de fallar; de cualquier manera la actividad se realizaba para que la gente se conociera.

Falló el clima... estaba lloviendo, así que el picnic se realizó adentro de la escuela. La gente participó; o casi todos. Los organizadores del evento estaban felices, porque no habían diseñado ninguna dinámica. Grabamos y tomamos fotos.

Al día siguiente, dicutimos lo ocurrido. Encontramos un “byproduct”; o así lo denominamos. Si las piezas no coincidían, las personas (o algunas), encontraban el pretexto perfecto para voltearse y seguir caminando, sin hablar con nadie. Por lo demás todo bien.

Entonces diseñamos los siguientes experimentos. Dos distintos en los que diminuimos el control y uno en el que tratánbamos de cambiar el “input” por uno negativo, para ver si obteníamos un byproduct positivo.

Hicimos 4 pares de huellas de pies y los colocamos en círculo en una parada de tram. Tengo que reconocer que era bastante evidente que estábamos observando. Cada quien tenía una cámara, así que no es raro que la gente no se atreviera a participar. Entonces nos dispersamos. Unos se quedaron del otro lado de la calle (los más cercanos) y desde ahí grabaron, con la cámara oculta. Sólo algunos grupos de amigos que pasaban por ahí, se paraban en las huellas, al parecer lo encontraban divertido. Por supuesto, no lo hicieron personas que no se conocían.

Después fuimos a una plaza muy concurrida. Dos finlandeses, JP e Iina, se pegaron letreros que decían “háblame por favor”,en finlandés. El resto nos sentamos en distintas bancas, para pasar desapercibidos. Sólo los segía Lukas, con la cámara de video. La gente los saludaba, pero en general no hablaban con ellos; salvo una pareja de borrachitos... gracioso...

En otra parada de tram, decidimos pegar letreros de ¡silencio, por favor! (en finlandés y sueco). Nada pasó. La gente no habló, pero nunca hablan, de cualquier manera. Creemos que los ignoraron.

Ayer tuvimos nuestra presentación de “mitad del proyecto”, así que antier estuvimos trabajando mucho, hasta las 10 pm (la escuela cierra a las 4pm, aunque puedes entrar a la hora que se te dé la gana, con una llave electrónica y un código especial que nos dieron). Teníamos que aclarar nuestras ideas y saber hacia dónde íbamos. También teníamos que presentar la documentación de nuestro trabajo y había que darle formato a la exposición.

En la mañana, tuvimos una clase en una sala de proyección dentro de la escuela. Después discutimos un rato sobre lo que íbamos a hacer. Después los finlandeses tuvieron que ir a otra clase de 4 horas, así que sólo los demás, nos quedamos discutiendo. No sabíamos muy bien hacia dónde queríamos ir, pero había muchas ideas en el aire. (Creo que principalmente participan JP, Danny, Lukas y yo; Chongbei, Mira y Sawako casi nunca opinan, Tiia había faltado dos días porque estaba enferma y ese día, Iina estaba enferma...)

Lukas y JP editaron los videos. Tiia, Sawako, Mira y Chongbei trabajaron en el formato; Danny yo con la conceptualización del proyecto. Alguna vez, JP dijo que a él le gustaba la idea de llegar a su casa y no tener que platicar con nadie, simplemente, llegar a descansar. Lukas dijo que quería que las personas tuvieran algo en común, más allá que la espera del camión. Queríamos, de alguna manera, reducir el experimento para que fuera más fácil obtener un resultado importante.

Gracias a las horas que dedicamos Lukas, Danny y yo a la discusión del tema, llegamos a la conclusión de que somos demasiado nuevos en Helsinki, como para identificar si las relaciones interpersonales de los finlandeses son un problema. Nuestro objetivo no es crear amigos. Tampoco queremos juzgar, si es algo positivo o negativo o bueno o malo. Queremos lograr algún tipo de interacción social.

Y bueno, pues ya me conocen... llegamos al punto en el que nuestros experimentos, si es que hacemos alguno nuevo, son manipulaciones de los ambientes y/o actividades cotidianas de la gente, que buscan una reacción. Independientemente de la reacción, pretendemos que dos personas que viven la situación. En algún punto, tengan una mínima inteacción; aunque sea un brevísimo contacto visual.

¿Con qué objeto? La paradoja de la propia existencia. Existe el yo, porque existe el tú. Sólo si estoy conciente de la existencia de los demás, sí sé que existen otros seres iguales a mi, con historias, orígenes, problemas, sentimientos, pensamientos... entonces puedo estar seguro de mi propia existencia. “El valor de las grandes ciudades está en sus millones de habitantes y sus capacidades”, eso nos dijeron en la clase de la mañana de ese día. Si es así, es importante que las personas reconozcan tanto su individualidad como su pertenencia a una sociedad. Si podemos provocar estas “minúsculas” reacciones (interacciones), probablemente estamos sembrando una especie de “crecimiento social”.

En eso estamos... ¡¡ahora queda poco menos de una semana para la presentación final!!

lunes, 1 de septiembre de 2008

Más de Finlandia

Sean bienvenidos a esta nueva entrada en el blog. Es importante señalar que lo que a continuación se presenta, está siendo escrito en mi nuevo hogar, en el cual todavía no hay red. Así que Uds. perdonen si es que repito cosas que ya les había contado.

Helsinki
Que Finlandia es el primer mundo. Eso dicen. La verdad es que hay muchos detalles en la vida cotidiana de este país que sinceramente, valen la pena. Un ejemplo rápido y concreto: la basura se separa en: metal, papel, vidrio, orgánica y “general”. Cada quien lo hace en su casa y afuera hay grandes contenedores donde se vierte toda, para que sea recolectada por el Estado. Claro que las bolsas se utilizan dentro de las casas, como contenedores, pero no se mezclan en el basurero final.

El transporte es caro, pero eficiente. Si uno no es residente de la ciudad, paga casi 40 euros cada dos semanas. Lo bueno es que incluye todo tipo de transporte: trams, metro, autobuses y hasta Ferris. Si se compra la tarjeta por las dos semanas, no hay que pasarlas por ningún dispositivo, salvo en los camiones. Peeeeero, sí hay revisiones periódicas en los otros transportes. Si no pagaste… no hay pretexto; la multa es de 80 euros.

El transporte es bastante eficiente. Cubre toda la ciudad, hasta un poco después de las 12:00. Si es más tarde, hay que tomar los camiones nocturnos; en ese caso, la tarifa es doble. Las rutas son más reducidas y los tiempos entre camiones más largos y los pasajeros… bueno, los pasajeros son borrachos de todas las edades.

No sé todavía si los finlandeses toman mucho o se emborrachan muy rápido. A las 10:00 pm. en viernes, parece perfectamente normal ver gente que deambula tambaleante, que intenta subirse a un taxi pero no logra encontrar la puerta, o que simplemente ha decidido empezar la fiesta un poco más tarde y entonces camina con su inseparable cerveza (o botella de vodka) en la mano. ¿Impresionada por estas escenas? En realidad no; ¡gracias a todos por el entrenamiento! (a quien le quede el saco, que se lo ponga)

Una cosa muy particular de los finlandeses, es que tienden a medir todo. No sólo lo miden: tienen una forma muy extraña de hacerlo: los perros son grandes o chicos, de acuerdo con su peso. Entonces dicen, mi perro no es muy grande, pesa 25 kg. (Obviamente, no tengo ni idea de cómo es un perro de 25 kg. es como aquello de qué pesa más, un kilo de plomo o un kilo de plumas…). También preguntan ¿cuántos decilitros? ¡Ni idea!! Me imagino un litro de leche, una taza, un vaso… pero ¡la décima parte de un litro!

Henri y Elina

Henri y Elina son mis mejores amigos en Finlandia. En un principio me pareció raro que Henri me ofreciera su casa. No me conocía y ni siquiera le había preguntado a su novia. Pero Elina es muy amable conmigo; así fue desde el principio.
De hecho, si le preguntan a Elina (que se pronuncia Élina), les va a decir que me adoptaron; que un día Henri llegó y le contó que había una mexicana en su escuela, que no tenía casa, entonces le preguntó si se la podían quedar, que ya hasta tenía un nombre para ella (jajaja).
Como les comenté en un principio, desde hace un rato, ya no estoy en su casa; pero desde el sábado pasado, hasta hace unas horas, viví con ellos. Henri es muy serio, aparentemente; en realidad tiene un buen sentido del humor; creo que es muy inteligente y es un artista; hizo su licenciatura en Cerámica y Vidrio, en la misma universidad en la que ahora estudiamos la Maestría.
Elina estudia en la Universidad de Helsinki; Ciencias Sociales. En realidad, ya terminó sus materias, pero está trabajando en su tesis de Maestría, que es sobre el sistema de pensiones de Estonia. Dice que le ha costado mucho trabajo reunir la información, pero espera graduarse en diciembre. Elina también es Scout, así que los fines de semana, especialmente los domingos, los dedica a reunirse con sus niñas, para diversas actividades.
Esta semana, Elina terminó su trabajo de verano. Curiosamente, encontró trabajo como investigadora precisamente de los sistemas de pensiones de otros países; por supuesto, ella investigaba el de Estonia. Como el viernes era su último día, me pidió que el jueves le ayudara a preparar algo que pudiera llevar a su oficina.
Había muchas restricciones, porque Elina es vegetariana. En su oficina no hay estufa ni nada con qué calentar las cosas, así que tenía que ser frío. Además lo iban a comer a la 1 y su “hora de comida”, es a las 12; así que tenía que funcionar como poste: tenía que ser dulce.
Pensé que arroz con leche sería una buena opción. Chateando con la Sra. Marcela y con Beny (mi tía), llegamos a la conclusión de que pie de limón sería una buena opción. Y lo es; el problema es que…. ¡no venden leche condensada en Finlandia! Por lo menos no en las tiendas convencionales. Tampoco venden leche evaporada. Entonces improvisamos… compramos una especie de crema y le agregamos mucha azúcar. Quedó un tanto dulce, pero bien: ¡les gustó!
El viernes me invitaron a una “fiesta coctel” que organizaba una amiga suya. Eran vecinos y además ella estudiaba con Henri. Como es de suponerse, yo no traje ningún “outfit” que siquiera se asemeje al de una fiesta coctel. Ni modo… de negro y listo.
Llegamos a la fiesta, en casa de su amiga. ¿Recuerdan que les dije que los finlandeses acostumbran quitarse los zapatos en la entrada de la casa? ¡Pues en las fiestas es lo mismo!! Abren la puerta y había un montón de zapatos en la entrada; como un metro cuadrado de zapatos. Resulta que dos fiestas se juntaron; la despedida de una chava y la fiesta coctel. Los de la fiesta coctel no se quitaron los zapatos, por la formalidad del evento, claro. La anfitriona, Jenny, estudia diseño de modas y es igualita a la actriz de Juno.
Henri y Elina me han enseñado 5 palabras en finlandés cada día. Para la fiesta, me enseñaron a preguntar: Opiskeletko Taikissa? (¿Estudias en TAIK?) si me contestaban Kylla (sí), entonces yo decía: Mina myös (Yo también); si me decían En (No), entonces decía: Miss asina opiskelet? (¿dónde estudias?). Independientemente de su siguiente respuesta, yo decía Joo (ahh, bien), pues ya no tenía ni idea de lo que decían. Así conocimos a algunas personas, como a Anna.
Ayer, Elina se fue temprano con sus amigas, casi todo el día. Antes de irse, le ordenó a Henri que me llevara a andar en bici. IMPORTANTE: en Helsinki, la bici es un medio de transporte; las calles están adaptadas para los ciclistas y los puentes no tienen una inclinación de 70º como en otros lados…
Elina me prestó su bici. Henri me enseñó el camino hacia mi nueva casa. No llegamos hasta el departamento, pero casi. Luego fuimos de regreso. La verdad es que es bastante cansado, no sólo por las subidas, sino también por el viento. Es tan difícil pedalear en las subidas como con el viento en contra. En nuestro camino de regreso, paramos en un centro de reciclaje. Reciclan muebles, electrodomésticos y ese tipo de cosas.
Por ejemplo, tienen sillas Thonet (comentario específicamente hecho para los diseñadores) que venden por la módica cantidad de 10 euros. Al parecer es cosa de suerte, pero se pueden encontrar verdaderos tesoros en ese lugar.
En fin, regresamos a la casa y comimos. Teníamos el plan de llevar por lo menos una de mis maletas al departamento en cuanto Minni me avisara que ya había llegado o que estaba en camino. Después de comer, Henri se quedó dormido. Me dio tanta pena despertarlo, que mejor le dije a Minni que llevaba mis cosas hoy.
Una vez que Henri se hubo despertado, le enseñé un mail que me mandaron los de la escuela sobre un dichoso concierto en una isla. La invitación estaba en finlandés, así que nadie sabía a ciencia cierta de qué se trataba. Henri no conocía a los que tocaban, pero me dijo que la invitación indicaba que no se debía correr demasiado la voz, porque en la isla sólo caben 600 invitados.
Decidimos darnos una vuelta, a ver cómo estaban las cosas. Si de plano no nos gustaba, nos regresábamos. Si estaba bien, Elina nos iba a alcanzar. El lugar estaba bastante cerca de la escuela y ellos viven muy cerca de la escuela, así que nos fuimos caminando.
El evento denominado Isle of Sheep, fue como un sueño. No me refiero a un evento soñado, aunque sí estuvo padre, sino como a un verdadero sueño, con esa cualidad confusa. Caminamos hacia la escuela y luego por detrás de la misma. Ya eran casi las 10 de la noche, así que estaba oscuro. Seguimos caminando por el bosque; mucha gente caminaba en el mismo sentido que nosotros; muchos otros en contrasentido. Seguimos caminando, cruzamos un puente y llegamos a un lugar que estaba bastante oscuro. Había muchas bicis estacionadas y gente caminando. Henri empezó a hablar con una chava que llevaba una linterna. También iba al concierto; así que la seguimos.
A partir de ese momento, nos movimos “en fila india”. Resulta que entre la Isla de los Borregos y la tierra continental, hay una especie de pantano. Sin embargo, se llega a la isla caminando. Tienen dispuesto un camino de tablones de madera, como de medio metro de ancho; como cada 5 m. había dos postes redondos de madera como de 1.6 m. de altura. En esa oscuridad, parecía que flotábamos en la inmensidad. Alrededor, sólo se veían unas cuantas plantas bastante altas, como pastos muy crecidos. Hacia delante no se veía nada; sólo el camino de tablones. De cuando en cuando nos topábamos con personas que venían de regreso; gente de todas las edades, incluso niños. Después de alrededor de 15 min. de caminar sin rumbo claro, empezamos a oír música. Supongo que caminamos como otros 10 min., hasta que llegamos a “tierra firme”
El concierto era adentro de una cabaña enorme. Todos estaban muy felices. Quién sabe qué tipo de música era, o por qué era la fiesta, pero se veía bien. Elina nos habló y entonces Henri regresó para encontrarla en el camino de tablones. Nos encontramos a un amigo de la escuela, que le prestó una linterna a Henri.
Después de unos 15 min., llegaron otros compañeros de la escuela, y como 5 min. después, llegó Elina. Henri tuvo que ir con un amigo. Así que nos quedamos las dos en la cabaña y misteriosamente, nos encontramos a Anna, la chava de la fiesta del día anterior.
Anna nos contó que la fiesta era una tradición desde principios del siglo pasado. Que se hacía para conmemorar el final del verano. Por alguna razón, la fiesta se dejó de hacer en los 50’s ó 60’s, pero en el 2005, empezaron a recuperarla. La banda que tocó ayer (que por cierto terminó de tocar en el preciso momento en el que llegamos nosotros), es la misma que ha tocado los otros años y parece ser bastante popular.
Nos quedamos en la fiesta como hasta las 12, bailando una música rara, a veces finlandesa, a veces gringa, con mis amigos de la escuela. Elina se encontró a una amiga de la escuela, quien le presentó a otra chava, Saara. Resulta que Saara está estudiando para ser maestra, creo que de primaria. El próximo año, va a ir a Madrid a hacer prácticas profesionales. Me pidió que le ayude a practicar español; a cambio, me va a enseñar finlandés.
Hoy fuimos a comer a casa de la tía de Henri. Otra tía de Henri, no la de la casa de verano. Ella vive muy cerca del centro de Helsinki, tiene un departamento muy grande, que está remodelando. Según me explicaron Henri y Elina, (sus tíos) tienen un negocio en el que se dedican a arreglar departamentos que después rentan por semana o por mes. Funcionan como hotel, pero al parecer resulta más barato (dato importante).
Saliendo de casa de los tíos de Henri, Elina fue a su reunión con las scouts, Henri a un evento de judo y yo fui a su casa, a recoger mis cosas. Empaqué todo y me fui… a mi casa.



La escuela
La escuela está realmente bien. Tiene todo tipo de talleres. Todavía no me ubico muy bien, lo que pasa es que en algunas partes, no existe el tercer piso, el piso 5 de un lado es el 6 del otro, cosas así.
No recuerdo si ya les había comentado sobre el proyecto, pero les explico: Es un proyecto introductorio a “los estudios de maestría”. Así que cada departamento está haciendo un proyecto específico. Los departamentos son: Design Media and Production Design, Media Lab, Design, Porti Art and Media, Art Education y Visual Culture. Mi maestría está en Design.
El proyecto de introducción es entre las distintas maestrías del departamento de diseño; es decir, Furniture Design, Applied Art and Design y Textile Design. Se llama “Grow Helsinki”. Cada equipo, por supuesto, puede interpretarlo como quiera. Somos 10 equipos de entre 8 y 10 personas. Tenemos que presentar un video final en dos semanas, para lo cual, la semana pasada tuvimos un curso de seis horas de “PREMIERE” (programa para editar video).
En mi equipo, hemos decidido intervenir la parte “social”, debido a que en repetidas ocasiones hemos escuchado que a los finlandeses les cuesta trabajo socializar. Que toma años que un par de vecinos comiencen a saludarse y aún más el que se hagan amigos. Estamos haciendo “experimentos”, para que se comuniquen rápido. Algunos han funcionado, otros no tanto. Todavía tenemos algunos pensados, pero creo que vamos bien; por lo menos para la presentación intermedia, que es esta semana.



Finalmente instalada
Pues sí, hace rato llegué a mi residencia oficial. Para variar me equivoqué y toqué en otro lado… pero bueno, encontré el departamento. Minni estaba ahí y también su novio, Juha. Conocí a su perro, Bandit. No tiene… raza definida… pero es negro, mediano y bastante tranquilo, a pesar de la mudanza.
Resulta que está completamente amueblado. Tengo una cama, dos escritorios, un closet muy grande, una cómoda, una lámpara de piso y otra de pie. Al parecer Minni es demasiado cuidadosa con sus cosas. Todo tiene que encantarle, así que los vasos son de ittala, las lámparas de Tapio Wirkala… Yo no me quejo, pero me da miedo romper algo!!
La verdad muy bien. Minni es muy seria, pero al parecer, buena persona. Juha se va a quedar unos días para cuidar al perro, porque está un poco nervioso y no queremos que ladre y que nos corran los vecinos.


Pues me despido, espero pronto tener más cosas que contar.

¡Felicidades a Paty y a Felipe!

Por cierto, que si alguien quiere contarme cómo estuvo lo de la marcha, es bienvenido.


¡¡Saludos!!