domingo, 12 de octubre de 2008

Las Hermanas en Estocolmo



Supongo que casi todos están enterados del suceso. Que si las coincidencias existen o no, quién sabe, pero así pasó:

Había pasado poco más de un mes desde mi llegada a Helsinki cuando recibo la noticia de que quien había sido mi compañera de cuarto los pasados 24 años y medio viajaría por motivos de trabajo a la ciudad capital del vecino país del este, Suecia. Era obvio que tenía que ir para allá.
La agenda de Sil fue cambiada en múltiples ocasiones y no estaba muy claro cómo iban a ser mis clases en esas fechas, así que la mejor opción fue comprar únicamente el boleto de ida. De acuerdo con las instrucciones que recibí desde México, debía viajar con una maleta vacía, con el fin de recibir un preciado paquete de productos endémicos, básicos para la supervivencia de un mexicano en el extranjero.
A las 5:30 de la tarde del sábado, abordé un ferry de Viking Line que arribaría a Estocolmo alrededor de las 10:00 AM del día siguiente. Ya me habían dicho que el viaje podía ser mucho más corto, pero debido a que los ferrys son utilizados como cruceros, un viaje que podría durar 4 horas, es 10 horas más largo con el fin de que la gente consuma en los restaurantes, el bar, el casino y el Duty Free.
Apenas se mueve el barco, se abren las puertas del Duty Free. La gente se abalanza con el fin de conseguir el alcohol que les permita llevar a cabo su fiesta durante toda la noche, de ser posible.
Yo tuve la maravillosa idea de dibujar en el barco, pues de todas formas tenía que hacerlo para mi clase de dibujo a mano alzada. ¡Dibujar desde la cubierta del barco suena taaan bien! ¡Sí, cómo no!... Pésima idea… gorro, guantes, chamarra, bufanda y aún así se siente frío. ¡Y el Viento! Si no hay quien detenga el cuaderno… la próxima vez que aparezca ¡va a ser en el Caribe!
Entonces me puse a leer un rato. Adentro, obviamente. Después saqué mi sándwich que había preparado para el camino, tras la advertencia de lo caro que puede ser comer abordo. Un señor como de 50 años (jovencísimo como mis papás), me empezó a hablar en sueco. Obviamente le contesté que no hablaba sueco. En inglés me preguntó cuáles eran mis idiomas y luego empezó a hablarme en español.
Musa, originario de Gambia, estudió navegación en Noruega. Trabajó muchos años en los barcos y ahora trabaja en Estocolmo, en la seguridad de los Trenes. Tiene un hijo en Dinamarca que ya juega con la preselección nacional de basketball. Había ido a Helsinki a visitar a su hermano, porque acaba de nacer su hijo (o sea, el sobrino de Musa).
Yo le dije que iba a ver a mi hermana y que ya me había metido al sistema de transporte sueco, que decía que sólo tenía que tomar el metro y estaría en el hotel en 6 min. Me dijo que no era cierto, que el metro no está cerca del lugar donde llega el ferry, y se ofreció a darme un aventón. Después de platicar con él un rato, me fui a dormir.
El ferry tiene 8 ó 9 pisos. Mientras más arriba, mejor lugar. Si esto hubiera sido el Titanic, yo moría instantáneamente. Los pisos 7, 8 y 9 son de servicios y la cabina del capitán. El 6, 5 y 4 tienen cabinas para pasajeros. Luego viene el 3, donde van los coches, el 3b donde van los coches y los perros y luego el 2, donde estaba yo. Mi cabina debía ser compartida con otras dos personas, pero afortunadamente, no se vendieron esos boletos, así que tuve la cabina completa.
Una hora antes de llegar a Estocolmo, recibí una llamada de una muy desvelada Sil. Estaba desilusionada de que le fueran a entregar el cuarto hasta las dos de la tarde, así que estaba echándose un sueñito en la recepción del hotel; me iba a esperar ahí para que fuéramos a desayunar.
Llegando a Estocolmo, bajaba tanta gente del ferry que no pensé encontrarme a Musa de nuevo. Pero sí nos encontramos y bien buena gente, me llevó hasta el hotel. Me bajé rápido, a ver si sí era y si Sil estaba ahí y él me ayudó con mis cosas. Se lo presenté a Sil y luego se fue. (¡Tengo que escribirle para agradecerle!)
Sil estaba padeciendo de todo un poco: una gripa que no acababa de irse, hambre, sueño, jet lag… así que dejamos mis cosas junto con las suyas y desayunamos en el hotel. Platicamos, chismeamos (de todos ustedes, por supuesto jajaja), e hicimos valer cada centavo del “hartísimamente” caro desayuno.
Luego fuimos a comprar tarjetas para el transporte. Tomamos el metro hasta un punto recomendado por Ylva, y caminamos por un parque, a la orilla de un lago (o el mar; difícil saber porque había patos, pero Estocolmo son islas…) Sil me tomaba fotos porque decía que la Sra. se las había encargado porque no he mandado fotos mías (si yo las tomo, es un poco complicado, ¿saben?). Después de un rato de caminar, ver unas cuantas tiendas y tomar un café, regresamos al hotel.
Muy convenientemente, el cuarto tenía dos camas. Entonces nos entró la duda de si habían asumido que veníamos juntas y entonces nos habían dado un cuarto doble. O probablemente, la embajada había pagado un cuarto doble para cada reportero…
Fuimos a caminar por el Viejo Estocolmo y cuando Sil ya se estaba cayendo de sueño, nos metimos en un restaurante para comer. Comimos el sándwich más caro de toda la vida. Después me di cuenta de que ese “cualquier restaurante” resulta ser uno de los lugares más tradicionales de la ciudad, a sólo una cuadra del Palacio Real... La pasamos muy bien.
Regresamos a hotel y después de discutir un rato cómo le íbamos a hacer, decidimos que Sil iba a preguntar en la recepción si de casualidad el cuarto estaba pagado para dos personas, pues tenía dos camas en su cuarto. La situación era que una amiga suya iba a desayunar con ella al día siguiente y quería saber si había que pagarlo a parte o si podía considerarse como el de la segunda persona. Le dijeron que el cuarto era para una persona, había sólo un desayuno incluido y que nadie podía quedarse en el cuarto ni podía deshacerse la otra cama. Así que dormimos en una sola cama. Pueden reírse…
El lunes desayunamos juntas, pero luego Sil se fue a trabajar y yo a caminar. De acuerdo con la muy fidedigna recomendación del “Rupert” fui al museo del Vasa. ¡Excelente elección! Galeón que pelearía la Guerra entre Suecia y Polonia en 1633, pero se hundió “misteriosamente” en su primer viaje, sin siquiera salir de Suecia. La teoría más aceptada dice que el mástil era demasiado pequeño para las dimensiones del barco y el peso de los cañones. Sin embargo, esto es un hecho que los suecos pretenden disfrazar un poco. El museo está lleno de cosas interesantes que desvían la atención de la causa de la tragedia. Han transformado el desastre del Vasa en un gran triunfo, pues después de 300 (creo que 333) años, pudieron rescatar la nave intacta, a través de un complejo sistema formado por cables de acero, bombas de agua, cámaras de oxígeno, químicos para el tratamiento de la madera…
El barco es el punto central del museo, alrededor del cual 8 pisos muestran distintos enfoques del desastre. El Vasa es una cámara de tiempo que transporta a sus visitantes a la Suecia de 1633. Se ha reconstruido una parte del interior del barco, para satisfacer la curiosidad de los niños y no tan niños. En otra parte, se narra la historia de la Guerra entre Suecia y Polonia (¡Qué primitos, Beata! jajaja)
Se explica la simbología de cada relieve del barco. Proyectan imágenes con color sobre reproducciones de los mismos, para revivirlo tal cual era. El piso más bajo del museo, es también el más “científico”. Recuperaron algunos restos humanos y han descifrado su género, edad, estilo de vida, complexión; mediante pruebas de ADN, han reconstruido sus caras. Todavía no tienen todas las caras, pero hay por lo menos cuarto modelos hiperrealistas expuestos en vitrinas que parece que respiran y te siguen con la mirada.
Pasé varias horas aquí y luego regresé al hotel, para esperar a Sil. La esperé sentada enfrente de la Torre Sergel, mientras dibujaba (con menos frío que en el barco, pero frío de cualquier manera). La mensa de mi hermana me vio desde el taxi y me habló por teléfono…
Subimos las cosas al cuarto y luego fuimos a caminar un rato. Después, si había quedado de verse con una periodista de Estonia, Kadri (Creo que era así), para ir a cenar. Cuando regresamos al hotel, nos encontramos con otros dos de los amigos de Sil, un chavo de China y otro de Japón.
Fuimos a buscar un lugar para cenar. No encontrábamos lugares de comida típica sueca; sólo nos topábamos con lugares de comida china o japonesa. Una opción era cenar en un Friday’s, pero teníamos que esperar demasiado. Entonces terminamos en un restaurante de comida típica, de precios típicamente suecos.
Comí un pescado salado, salado, salado. Bueno, pero salado. Si comió hamburguesa (aunque no comimos en Friday’s, no lo había pensado hasta ahora). Los amigos de Sil fueron muy amables y creo que no pasó ni una hora y ya todos estábamos molestando al chavo de china con eso de las Olimpiadas: ¿cómo que la niña no era lo suficientemente bonita como para cantar?
Después de una agradable e internacional cena, regresamos al hotel. Esta vez dormimos en camas separadas, pero yo dormí encima de la colcha. Pueden reírse de nuevo.
Ese día, finalmente, recibí respuesta de mis profesores en la escuela. Todos decían: No te preocupes, diviértete en Estocolmo. Entonces decidí comprar mi boleto de regreso para el Miércoles en la noche. Sil se iba el Jueves en la mañana, tenía que estar en el aeropuerto a las 7 AM. No tenía caso que yo viajara de día…
El Martes, yo compré un paquete especial de muffin y café por 2.5 euros y Sil desayunó en el buffet. Pero nos sentamos juntas en el bar del hotel. Obviamente, como buena mexicana, comí una que otra rebanada de queso, jamón, salami… Según nosotras, nadie en el hotel se había percatado de mi estancia, pero unos chavos de la recepción, que hablaban portugués y entendieron nuestro español el primer día, me saludaban como si nada; obviamente yo pensaba “¡no digan que estoy aquí!”
Sil se fue a trabajar y yo esperé la llamada de Ylva, que iba a su entrevista con el Doctor. Como a las 10 me habló y como a las 11:30 estaba afuera del hotel. Caminamos un rato y teníamos el plan de ir a donde estaba Sil, para que a su hora de “lunch”, las presentara, pero Ylva tenía que estar del otro lado de la ciudad en poco tiempo y no conocía el hospital. Entonces no se pudo, pero comí con Ylva, caminamos mucho, me recomendó el Museo de Arte Moderno y luego fuimos al Ferry. Compré mi boleto de regreso y luego fui al hotel.
Cuando iba en camino, me habló Sil para decirme que sólo le faltaba un evento más y luego me veía en el hotel. Cuando intenté entrar al cuarto, la llave no funcionó. Obviamente no podía ir a la recepción a pedir que me la activaran. Entonces fui a caminar un rato y luego regresé al hotel y me senté en el lobby. En otro sillón había un chavo desenredando unos cables (de audífonos y esas cosas).
Yo me puse a hacer unos modelos para un proyecto de la escuela. De repente el chavo me pide ayuda para desenredar sus cables. Tartamudeaba y se movía con dificultad; dado que Sil trabajaba en asuntos de accesibilidad para discapacitados y el hotel ofrecía especial servicio para ellos, amablemente, desenredé sus cables. Luego me agradeció y me dijo que estaba ahí porque había venido manejando desde Alemania para la fiesta de cumpleaños de la hija de su amigo (porque la esposa de su amigo no estaba). Entonces habían tomado tanto que no pudo manejar, dejó su coche estacionado en algún lugar que ahora no podía encontrar y luego había entrado al hotel a dormir un rato en el sillón. Decía que había tomado tanto que seguía borracho. Pueden reírse de nuevo.
Total yo esperaba y esperaba y platicaba con el borracho y hacía mis modelitos de papel. A él le gustó y me pidió que se lo regalara. Se lo dí y me dio tiempo de hacer otro. Ya casi me corren del hotel, porque se acercó uno de los vigilantes a preguntarnos si estábamos hospedados. Le dije que estaba esperando a uno de sus huéspedes y hasta fue a checar el apellido. Afortunadamente, en ese momento llegó Sil. Subimos y el borracho se fue, para que no lo corrieran.
Por lo menos, Sil me trajo cena (lo que no se acabó de su ensalada). Ya estábamos cansadas y estaba lloviendo, así que sólo dormimos.
El Miércoles, Sil fue a trabajar y yo fui al Museo de Arte Moderno. Ese día, el trabajo de Sil terminó temprano, así que fuimos a caminar. Intentamos ver el Museo Nobel, pero no estaba tan interesante y preferimos seguir caminando un rato. Estuvimos con sus amigos reporteros. Después hicimos algunas compras y regresamos al hotel por mis cosas.
Llamamos un taxi y Sil me acompañó al Ferry de Viking Line. Fue muy rápido, porque el taxi la esperaba afuera. Todavía le quedaba una noche en Estocolmo y tenía planeado salir con sus amigos. Espero lo haya disfrutado.
Yo subí al Ferri sabiendo que tenía que dormir bien para llegar a “clases” al día siguiente y que me esperaba una semana pesada por lo que no había hecho. Pero también me fui con la conciencia completamente tranquila de haber tomado la mejor de las decisiones y haber aprovechado la oportunidad.
Dicho y hecho, llevé mis cosas a mi calabozo. Cené, me bañé y me fui a dormir. Mis compañeras, dos señoras finlandesas se acostaron un poco más tarde que yo, pero pude dormir de cualquier manera. Este ferri llegó a Turku a las 7:30 AM. Tomé el tren a Helsinki a las 8:30 y me fui directo a la escuela, cargando en la espalda tremedo maletón.








Ylva

El día que jugué volley con el equipo de cuarta división, me dieron los datos de una chava del equipo de segunda. Le hablé, pero no hubo entrenamientos esa semana porque tuvieron partidos. Así que fue hasta la siguiente semana, un viernes, en que pude ir a conocer al equipo de segunda.
No entrenan en el mismo lugar los viernes, entonces me perdí un poco, pero al final lo encontré. Justamente cuando iba llegando, me encontré con una de las chavas del equipo que también había llegado un poco tarde.
Nos presentamos (en inglés) y entramos a la cancha. Creo que éramos como 10 en total. El entrenamiento es en serio, no sólo cáscara como el del equipo de cuarta; pero sólo dura hora y media. En punto quitan la red, estiran rápido y dejan la cancha para los que siguen.
Ya en los vestidores, esta chava (que había sido mi pareja en el entrenamiento y cuyo nombre, yo no podía ni pronunciar) me preguntó qué hacía en Finlandia. Le expliqué toda la situación (misma que creo que he platicado con todos). Ella estaba un poco sorprendida, porque a ella no le gusta vivir en Helsinki.
Ylva (así se llama y más o menos puedo pronunciarlo correctamente), es médico. Se graduó hace un poco más de medio año, pero antes de ejercer “libremente”, tiene que hacer prácticas en hospitales. Ya llevaba 6 meses trabajando en un centro de salud, pero en cosa de 3 semanas se iba a ir a Chile a hacer unas prácticas en una comunidad no muy lejos de Santiago.
Así en la plática, nos fuimos caminando juntas al metro. Era uno de esos días en los que yo todavía no tenía Internet en casa, así que iba a ir a la escuela para poder platicar con la Sra. M. Bajábamos en la misma estación del Metro, entonces Ylva me dijo que podía conectarme desde su compu, para que no fuera hasta la escuela.
Entonces fuimos a su casa y mientras esperábamos que la Sra. encontrara la manera de conectarse, seguimos platicando. Me dijo que ya había estado en Chile anteriormente, que había hecho un curso de Medicina Global en convenio con una Universidad Chilena, así que el grupo había estado en los dos países. Así conoció a un chileno que se convirtió en su novio. Por eso estuvo un rato en Sudamérica, viajando también por Argentina y Bolivia. Me dijo que hablaba un poco de español, pero que estaba nerviosa de ir, porque no dominaba el idioma.
En ese momento, empezamos a comunicarnos en español. Es verdad, no lo habla perfecto pero lo entiende bastante bien y también se da a entender, así que no debe tener ningún problema por allá.
La verdad es que desde ese momento nos llevamos bastante bien. Nos veíamos en los entrenamientos, pero también me acompañó a un par de fiestas con mis amigos de la escuela. Yo pensaba presentarla, pero cuando me di cuenta, ya estaba platicando con todos; prácticamente a todos les pudo hablar en su idioma natal. Ylva es finlandesa, pero de habla sueco, además habla inglés, español y francés y entiende noruego y danés…
Como dos semanas antes de irse, terminó su trabajo en el centro de salud, así que comimos un par de veces en una cafetería para estudiantes en el centro de la ciudad. Cuando fui a Estocolmo a ver a Sil (siguiente tema a tratar), Ylva tuvo que ir a ver a un Doctor, para una entrevista de trabajo, así que también ahí comimos. Fue la primera persona en visitar mi casa, preparamos unos deliciosos tacos de alambre con lo que mandó mi Má con Sil.
La semana pasada, Ylva se fue a Chile… lástima porque nos llevamos muy bien, pero seguramente le irá muy bien por allá y por ahí de abril estará de regreso. La verdad es que es, como diríamos en México, “bien buena gente”, de hecho, en gran parte, gracias a ella sobreviviré el otoño, pues me prestó un abrigo que he estado usando diario. ¡Gracias Ylva!
Así que ya le dije que si se queda más tiempo por allá y empieza a viajar y llega demasiado al Norte, hasta nuestra muy conglomerada Ciudad de México, ¡han de recibirla con los brazos muy abiertos!

Aalto University

Cuando encontré la escuela en Internet, la encontré bajo las siglas UIAH. Creo que en un principio le llamaban University of Industrial Arts, Helsinki. La traducción en ese momento era University of Art and Design Helsinki. Cuando recibí mi carta de aceptación, la recibí bajo las siglas TAIK, pues habían decidido eliminar las siglas en inglés y quedarse solamente con las de finlandés: Taideteollinen Korkeakoulu.
Desde que empezamos clases, nos dijeron que TAIK, junto con la Universidad de Tecnología y la Universidad de Economía iba a formar parte de una nueva universidad: Aalto University. La verdad es que la mayoría de los estudiantes de TAIK están inconformes, pues temen que la unión de las tres universidades tenga repercusiones en la manera en que funciona actualmente.
Es un tema de gran importancia en toda Finlandia. Al parecer hay muchas empresas interesadas en patrocinar el proyecto. También es un conflicto entre ciudades. La Universidad de Tecnología no está en la ciudad de Helsinki, sino en Espoo (como si estuviera en Lomas Verdes). El punto es que Espoo propone un nuevo espacio para TAIK, junto a TKK… todos están buscando que las inversiones sean en sus ciudades.
Por otra parte, los estudiantes de la Universidad de Helsinki (que es otra universidad con la facultad de medicina, leyes, ciencias sociales…) están muy molestos porque están perdiendo patrocinadores…
… en fin… le mandé mis papeles a UIAH, me aceptaron en TAIK y me graduaré de Aalto University…

Uds. disculpen

Sí, ya sé que hace un rato que no escribo. La verdad hay muchas cosas que contar, pero hay poco tiempo para escribir. Así que ahora que encontré un buen espacio, intentaré ponerlos al corriente en todo lo que ha sido mi vida últimamente. Agradezco también los mails que he recibido, de verdad que el plan es contestarlos todos, pero a conciencia, así que ¡sean pacientes!

lunes, 22 de septiembre de 2008

El dilema del abrigo

Desde que estaba en México, recibí la misma recomendación de parte de todo mundo. “¡No, no compres ningún abrigo aquí, porque no te va a servir de nada para un frío de allá!”. Eso no es lo que voy a discutir; la verdad todavía no empieza el frío del bueno, de hecho apenas hoy empieza el otoño, o por lo menos eso dijo Google.
El punto es que desde el momento en que llegué, le he estado preguntando a la gente dónde puedo conseguir un abrigo. La respuesta es siempre muy similar…

¿Recuerdan que les conté que Henri me llevó a un lugar donde venden muebles y electrodomésticos usados y reparados a precios muy bajos? Bueno, en caso de que no lo recuerden, ya saben que así fue. Al día siguiente, Elina me llevó a un Flea Market. Me dijo que le gusta ir y que seguido consigue cosas buenas. Yo suponía que igual que Henri, me proponía encontrar algunos muebles y artículos en buen estado.

Tengo que reconocer que me sorprendí cuando encontramos tanta gente vendiendo y comprando ropa usada. Elina me decía que tenía que comprar ropa de tal o cual material, para no pasar frío. Ese día sólo compré un libro de un curso de Finlandés (que por cierto, de churro es el mismo que me pidieron en mi clase), en la fabulosa cantidad de 5 euros.

Cuando me mudé con Minni, le hice la misma pregunta, sobre los abrigos. Me recomendó ir a un Mercado de Pulgas. Me enseñó como 6 abrigos, la mayoría los compró ahí. Minni es muy crítica, así que me dio toda una explicación de cómo Finlandia sufre un proceso en el que de ser un país pobre unas generaciones atrás, ahora lo tienen todo. Según ella, su generación se enfrenta a una cantidad agobiante de opciones y de presiones, porque les piden estar demasiado preparados para cualquier cosa. Entre tanto agobio, la mayoría de los “jóvenes”, se refugia en el consumismo, aunque también sufren en él, porque siempre quieren tener más cosas. Por eso se pueden conseguir cosas tan buenas en los mercados de pulgas.

Aunque comprendía el punto y trataba de verlo objetivamente, comprar ropa usada, me seguía pareciendo bastante extraño. Después de pensar un rato, me di cuenta de que el problema no es que la ropa sea usada… de cualquier forma todos pasamos por eso. Yo fui el último eslabón en la cadena de primas que usaban las pijamas que la abuela trajo de china. Creo que pasé toda la infancia durmiendo con pijamas de chinitas, aunque la que originalmente me trajo (si es que me trajo), la he de haber dejado cuando tenía dos años…

Entonces comprendí la diferencia esencial entre México y Finlandia en lo referente a las pertenencias. Creo que para los mexicanos, los objetos tienen un valor distinto al real; consideramos que son de alguien y por lo tanto han vivido la historia de ese alguien. Cuesta trabajo pensar que el objeto pueda cambiar de manos sin mayores consecuencias. Además está el “y qué tal que está sucio o que la persona que lo utilizaba era muy sucia…” Si ese objeto, ese “algo”, era de alguien a quien estimamos, el valor cambia también; es un recuerdo, una reliquia.

Para los finlandeses, los objetos son objetos. Los hay de buena y mala calidad. El productor es importante, también el diseño y material. Si están en buen estado, vale la pena comprarlos; pero no es justo pagar mucho cuando están usados.
El sábado del fin de semana anterior a la entrega del proyecto, quedamos de vernos en la mañana para trabajar. Como todavía nos faltaba ordenar algunas ideas y todos necesitan muebles, tapetes, cortinas, o lo que sea, fuimos de nuevo al Flea Market. Encontré un abrigo muy bueno. Justamente como el que me enseñó Minni que heredó de su mamá. De los que hacían en los 70’s; de piel, de excelente calidad y muy caliente, por 40 euros.

Lo compré; ya sea por la calidad, por el precio, por la lucha contra el consumismo o la sobre producción; por la cultura del reuso… no sé. Pero sí sé que por lo menos ¡voy a sobrevivir el invierno!

jueves, 4 de septiembre de 2008

MUY INSTALADA

Ya puedo decir que VIVO en Helsinki. No sólo he terminado de tramitar todo (cosa que quiere decir que puedo dejar de cargar mi pasaporte a todos lados); ayer fui a jugar volley!! Muy cerca de "mi casa", hay un deportivo una de las chavas del equipo de segunda, que de hecho entrena a unas niñas, me dijo que podía ir a las 6, para jugar con los de 4ta, me viera y entonces me decía con qué equipo podía jugar. ¡Me dio los datos de la entrenadora de las de 2nda!
A lo mejor entro a jugar también con las de la Universidad de Helsinki, pero ellas todavía no están entrenando. ¡Ya extrañaba jugar!

Sobre el proyecto

Probablemente esta sea una “entrada” que sólo le interese a los diseñadores. ¡Advierto desde ahora!

Como les comenté, juntaron a todo el departamento de diseño para hacer los equipos. Diez equipos de entre 8 y 10 integrantes. Todos somos de “nuevo ingreso” a la maestría. Algunos estudiaron la Licenciatura en esta misma escuela, pero de cualquier forma, están haciendo el proyecto.

Creo que en general, juntaron a los departamentos de Diseño Industrial y Estratégico, Diseño espacial y de mobiliario, Diseño Textil y Arte y Diseño Aplicado. Antes de que empezara este proyecto, sólo habíamos venido dos días a la escuela, jueves y viernes, para unas introducciones generales sobre el manejo de la escuela y muy especialmente para que nos entregaran los documentos oficiales que necesitábamos para los trámites con el gobierno de la ciudad.

Yo tenía una semana vagando por Helsinki y creo que más o menos eso, es el tiempo que llevaban todos. Así que nos presentaron el tema: Grow Helsinki, pero nada más. Nos asignaron tutores; uno por cada equipo. Los tutores no son profesores de la escuela, sino alumnos de Maestía de segundo año. Nuestro tutor es Devon Osborne, un arquitecto australiano que creo que ahora está en el departamento de Diseño Industrial.

Cada tutor le propuso a su equipo, un lugar dentro de la Ciudad, para que lo visitáramos el mismo día que iniciaba el proyecto. De igual forma, cada uno había pensado previamente alguna inclinación del tema, aunque no estamos, de ninguna manera, obligados a seguir. Devon escogió llevarnos a la Iglesia de la Roca, uno de los sitios turísticos más visitados de la ciudad.

La Iglesia fue construida entre los 50’s y 60’s, según las chavas finlandesas del equipo; no sé qué tan confiables sean. Lo cierto es que no es una construcción antigua, sino que intenta recuperar la tradición de la arquitectura finlandesa mediante el material y la forma.

Es una iglesia redonda, principalmente luterana, pero utilizada indistintamente por cualquier religión. Tiene un techo principalmente de vidrio, pero en el centro hay una especie de cúpula (que es más bien como un plato), de cobre que se ve realmente impactante, apesar de su aparente simplicidad.

Sólo estuvimos en la iglesia unos minutos. Después Devon nos dijo que él tenía la idea de que nos enfocáramos a los byproducts del crecimiento del consumismo. Nos habló un poco sobre algunos festivales en la ciudad y la cantidad de basura que se genera. Después fuimos a un bar, a platicar un poco del proyecto y de la “tarea” para el día siguiente. (Eran como las 12 del día, así que sí, sí platicamos)

En ese momento hicimos una introducción más profunda, sobre quién era quién. Qué había estudiado, etc. Les presento a mi equipo:

Los finlandeses:

JP (Juha-Pekka). Chavo de mi edad (creo), cabello lacio, muuuuy largo. Estudió Diseño Industrial en TAIK, pero después estuvo trabajando un rato en la universidad de Tecnología. Es un ADICTO de la Tecnología. MA DI.

Mira. Se pronuncia Mirra. Mujer de alrededor de 35 años. No sé exactamente qué estudió, pero tenía 13 años trabajando en la industria textil; principalmente diseñando patrones para textiles utilizados en ropa. Entró en un programa educativo apoyado por el gobierno de Finlandia, en el que recibe su sueldo (pagado por el gobierno), no tiene que ir a trabajar, pero tiene 2 años para terminar; no puede atrasarse de ninguna manera; termina y regresa a su trabajo para desempeñar otra labor. MA DT

Iina. Chava sueco-finlandesa. Estudia todavía la Licenciatura, pero está adelantando algunas materias de la maestría (diseño espacial y de mobiliario). Es muy amable y es quien nos invita a las fiestas y eventos sociales.

Tiia. Igual que Iina, pero ella (tono fresa) está suuper preocupadaa porque se está mudando a Espoo, una ciudad pegada al área Metropolitana de Helsinkiii, con su noviooo, porque el tiene un suuper depaaaa allá. Entonceees, está remodelaaando porque saben, le gusta vivir... bien, nice.

Chongbei. Viene de China, tiene 22 años, es chiquitita. Muy chaparrita, muy flauqita. Tímida, casi nunca habla, pero es suuper inteligente. Estudia MA DI

Sawako. Viene de Japón, es tímida y habla poco inglés, tiene su traductor electrónico. Casi nunca habla, estudia MA DT.

Danny. Nació en Nueva Zelanda, pero tiene origen Coreano- Alemán. Tiene 21 años, estudió DI, sigue en ese depto. Le gusta la música, nos hace reir; creo que se parece al de Gorilaz (dibujo, banda musical...).

Lukas. Nació en Polonia, pero viene de Alemania. Él estudia en un programa especial, en el que hacen Licenciatura y Maestría en un periodo de 5 años. Estudian el primer año en su propia universidad, los siguientes 3 en 3 distintas universidades de europa y tienen que terminar en la suya. Es súper simple y tiene una risa chistosa, que seguido nos contagia.

Bueno, pues ese es el equipo; la primera tarea fue que cada quien tomara 10 fotos que representaran “Growth”, de distintas maneras. Obviamente todas fueron muy disitintas. Así que nuestra primera lluvia de ideas funcionó para definir la palabra. Además, nos enfocamos en 3 conceptos distintos: Flujo, tiempo, byproducts. Lo consideramos dentro de un diagrama general para cualquier tipo de crecimiento. Así que el siguiente paso fue decidir hacia dónde lo llevaríamos.

Para muchos de nosotros (especialmente para mí y las chavas de China y Japón), no hacía mucho sentido buscar el crecimiento “literal”, de la ciudad de Helsinki, pues conocemos las implicaciones negativas de las ciudades de grandes escalas. Personalmente, en ese momento no encontré tampoco mucho caso en alarmarnos por los desechos de la ciudad de Helsinki; digo, ya quisiéramos que en México se separara la basura por lo menos en orgánica e inorgánica.

Entonces empezamos a pensar en nuestras primeras impresiones de la ciudad. Todo parece funcionar de maravilla. Lo único que siempre salta, como cuando nos dieron el discurso de bienvenida y la “comedia” sobre el choque intercultural; es el humor de los finlandeses o su incapacidad para relacionarse. Aquello de pasan 10 años y los vecinos comienzan a saludarse.

Así pues, planteamos nuestro primer experimento: iba a haber un picnic al día siguiente, como parte de las actividades de las asociaciones estudiantiles del departamento de diseño, a nivel Licenciatura. Decidimos desarrollar una herramienta que permitiera que la gente se conociera y platicara. Aprovechamos las fotos que habíamos tomado y las cortamos como piezas de rompecabezas. Cada una en dos; a la imagen le agregamos una pregunta, para que la discutieran. No había manera de fallar; de cualquier manera la actividad se realizaba para que la gente se conociera.

Falló el clima... estaba lloviendo, así que el picnic se realizó adentro de la escuela. La gente participó; o casi todos. Los organizadores del evento estaban felices, porque no habían diseñado ninguna dinámica. Grabamos y tomamos fotos.

Al día siguiente, dicutimos lo ocurrido. Encontramos un “byproduct”; o así lo denominamos. Si las piezas no coincidían, las personas (o algunas), encontraban el pretexto perfecto para voltearse y seguir caminando, sin hablar con nadie. Por lo demás todo bien.

Entonces diseñamos los siguientes experimentos. Dos distintos en los que diminuimos el control y uno en el que tratánbamos de cambiar el “input” por uno negativo, para ver si obteníamos un byproduct positivo.

Hicimos 4 pares de huellas de pies y los colocamos en círculo en una parada de tram. Tengo que reconocer que era bastante evidente que estábamos observando. Cada quien tenía una cámara, así que no es raro que la gente no se atreviera a participar. Entonces nos dispersamos. Unos se quedaron del otro lado de la calle (los más cercanos) y desde ahí grabaron, con la cámara oculta. Sólo algunos grupos de amigos que pasaban por ahí, se paraban en las huellas, al parecer lo encontraban divertido. Por supuesto, no lo hicieron personas que no se conocían.

Después fuimos a una plaza muy concurrida. Dos finlandeses, JP e Iina, se pegaron letreros que decían “háblame por favor”,en finlandés. El resto nos sentamos en distintas bancas, para pasar desapercibidos. Sólo los segía Lukas, con la cámara de video. La gente los saludaba, pero en general no hablaban con ellos; salvo una pareja de borrachitos... gracioso...

En otra parada de tram, decidimos pegar letreros de ¡silencio, por favor! (en finlandés y sueco). Nada pasó. La gente no habló, pero nunca hablan, de cualquier manera. Creemos que los ignoraron.

Ayer tuvimos nuestra presentación de “mitad del proyecto”, así que antier estuvimos trabajando mucho, hasta las 10 pm (la escuela cierra a las 4pm, aunque puedes entrar a la hora que se te dé la gana, con una llave electrónica y un código especial que nos dieron). Teníamos que aclarar nuestras ideas y saber hacia dónde íbamos. También teníamos que presentar la documentación de nuestro trabajo y había que darle formato a la exposición.

En la mañana, tuvimos una clase en una sala de proyección dentro de la escuela. Después discutimos un rato sobre lo que íbamos a hacer. Después los finlandeses tuvieron que ir a otra clase de 4 horas, así que sólo los demás, nos quedamos discutiendo. No sabíamos muy bien hacia dónde queríamos ir, pero había muchas ideas en el aire. (Creo que principalmente participan JP, Danny, Lukas y yo; Chongbei, Mira y Sawako casi nunca opinan, Tiia había faltado dos días porque estaba enferma y ese día, Iina estaba enferma...)

Lukas y JP editaron los videos. Tiia, Sawako, Mira y Chongbei trabajaron en el formato; Danny yo con la conceptualización del proyecto. Alguna vez, JP dijo que a él le gustaba la idea de llegar a su casa y no tener que platicar con nadie, simplemente, llegar a descansar. Lukas dijo que quería que las personas tuvieran algo en común, más allá que la espera del camión. Queríamos, de alguna manera, reducir el experimento para que fuera más fácil obtener un resultado importante.

Gracias a las horas que dedicamos Lukas, Danny y yo a la discusión del tema, llegamos a la conclusión de que somos demasiado nuevos en Helsinki, como para identificar si las relaciones interpersonales de los finlandeses son un problema. Nuestro objetivo no es crear amigos. Tampoco queremos juzgar, si es algo positivo o negativo o bueno o malo. Queremos lograr algún tipo de interacción social.

Y bueno, pues ya me conocen... llegamos al punto en el que nuestros experimentos, si es que hacemos alguno nuevo, son manipulaciones de los ambientes y/o actividades cotidianas de la gente, que buscan una reacción. Independientemente de la reacción, pretendemos que dos personas que viven la situación. En algún punto, tengan una mínima inteacción; aunque sea un brevísimo contacto visual.

¿Con qué objeto? La paradoja de la propia existencia. Existe el yo, porque existe el tú. Sólo si estoy conciente de la existencia de los demás, sí sé que existen otros seres iguales a mi, con historias, orígenes, problemas, sentimientos, pensamientos... entonces puedo estar seguro de mi propia existencia. “El valor de las grandes ciudades está en sus millones de habitantes y sus capacidades”, eso nos dijeron en la clase de la mañana de ese día. Si es así, es importante que las personas reconozcan tanto su individualidad como su pertenencia a una sociedad. Si podemos provocar estas “minúsculas” reacciones (interacciones), probablemente estamos sembrando una especie de “crecimiento social”.

En eso estamos... ¡¡ahora queda poco menos de una semana para la presentación final!!

lunes, 1 de septiembre de 2008

Más de Finlandia

Sean bienvenidos a esta nueva entrada en el blog. Es importante señalar que lo que a continuación se presenta, está siendo escrito en mi nuevo hogar, en el cual todavía no hay red. Así que Uds. perdonen si es que repito cosas que ya les había contado.

Helsinki
Que Finlandia es el primer mundo. Eso dicen. La verdad es que hay muchos detalles en la vida cotidiana de este país que sinceramente, valen la pena. Un ejemplo rápido y concreto: la basura se separa en: metal, papel, vidrio, orgánica y “general”. Cada quien lo hace en su casa y afuera hay grandes contenedores donde se vierte toda, para que sea recolectada por el Estado. Claro que las bolsas se utilizan dentro de las casas, como contenedores, pero no se mezclan en el basurero final.

El transporte es caro, pero eficiente. Si uno no es residente de la ciudad, paga casi 40 euros cada dos semanas. Lo bueno es que incluye todo tipo de transporte: trams, metro, autobuses y hasta Ferris. Si se compra la tarjeta por las dos semanas, no hay que pasarlas por ningún dispositivo, salvo en los camiones. Peeeeero, sí hay revisiones periódicas en los otros transportes. Si no pagaste… no hay pretexto; la multa es de 80 euros.

El transporte es bastante eficiente. Cubre toda la ciudad, hasta un poco después de las 12:00. Si es más tarde, hay que tomar los camiones nocturnos; en ese caso, la tarifa es doble. Las rutas son más reducidas y los tiempos entre camiones más largos y los pasajeros… bueno, los pasajeros son borrachos de todas las edades.

No sé todavía si los finlandeses toman mucho o se emborrachan muy rápido. A las 10:00 pm. en viernes, parece perfectamente normal ver gente que deambula tambaleante, que intenta subirse a un taxi pero no logra encontrar la puerta, o que simplemente ha decidido empezar la fiesta un poco más tarde y entonces camina con su inseparable cerveza (o botella de vodka) en la mano. ¿Impresionada por estas escenas? En realidad no; ¡gracias a todos por el entrenamiento! (a quien le quede el saco, que se lo ponga)

Una cosa muy particular de los finlandeses, es que tienden a medir todo. No sólo lo miden: tienen una forma muy extraña de hacerlo: los perros son grandes o chicos, de acuerdo con su peso. Entonces dicen, mi perro no es muy grande, pesa 25 kg. (Obviamente, no tengo ni idea de cómo es un perro de 25 kg. es como aquello de qué pesa más, un kilo de plomo o un kilo de plumas…). También preguntan ¿cuántos decilitros? ¡Ni idea!! Me imagino un litro de leche, una taza, un vaso… pero ¡la décima parte de un litro!

Henri y Elina

Henri y Elina son mis mejores amigos en Finlandia. En un principio me pareció raro que Henri me ofreciera su casa. No me conocía y ni siquiera le había preguntado a su novia. Pero Elina es muy amable conmigo; así fue desde el principio.
De hecho, si le preguntan a Elina (que se pronuncia Élina), les va a decir que me adoptaron; que un día Henri llegó y le contó que había una mexicana en su escuela, que no tenía casa, entonces le preguntó si se la podían quedar, que ya hasta tenía un nombre para ella (jajaja).
Como les comenté en un principio, desde hace un rato, ya no estoy en su casa; pero desde el sábado pasado, hasta hace unas horas, viví con ellos. Henri es muy serio, aparentemente; en realidad tiene un buen sentido del humor; creo que es muy inteligente y es un artista; hizo su licenciatura en Cerámica y Vidrio, en la misma universidad en la que ahora estudiamos la Maestría.
Elina estudia en la Universidad de Helsinki; Ciencias Sociales. En realidad, ya terminó sus materias, pero está trabajando en su tesis de Maestría, que es sobre el sistema de pensiones de Estonia. Dice que le ha costado mucho trabajo reunir la información, pero espera graduarse en diciembre. Elina también es Scout, así que los fines de semana, especialmente los domingos, los dedica a reunirse con sus niñas, para diversas actividades.
Esta semana, Elina terminó su trabajo de verano. Curiosamente, encontró trabajo como investigadora precisamente de los sistemas de pensiones de otros países; por supuesto, ella investigaba el de Estonia. Como el viernes era su último día, me pidió que el jueves le ayudara a preparar algo que pudiera llevar a su oficina.
Había muchas restricciones, porque Elina es vegetariana. En su oficina no hay estufa ni nada con qué calentar las cosas, así que tenía que ser frío. Además lo iban a comer a la 1 y su “hora de comida”, es a las 12; así que tenía que funcionar como poste: tenía que ser dulce.
Pensé que arroz con leche sería una buena opción. Chateando con la Sra. Marcela y con Beny (mi tía), llegamos a la conclusión de que pie de limón sería una buena opción. Y lo es; el problema es que…. ¡no venden leche condensada en Finlandia! Por lo menos no en las tiendas convencionales. Tampoco venden leche evaporada. Entonces improvisamos… compramos una especie de crema y le agregamos mucha azúcar. Quedó un tanto dulce, pero bien: ¡les gustó!
El viernes me invitaron a una “fiesta coctel” que organizaba una amiga suya. Eran vecinos y además ella estudiaba con Henri. Como es de suponerse, yo no traje ningún “outfit” que siquiera se asemeje al de una fiesta coctel. Ni modo… de negro y listo.
Llegamos a la fiesta, en casa de su amiga. ¿Recuerdan que les dije que los finlandeses acostumbran quitarse los zapatos en la entrada de la casa? ¡Pues en las fiestas es lo mismo!! Abren la puerta y había un montón de zapatos en la entrada; como un metro cuadrado de zapatos. Resulta que dos fiestas se juntaron; la despedida de una chava y la fiesta coctel. Los de la fiesta coctel no se quitaron los zapatos, por la formalidad del evento, claro. La anfitriona, Jenny, estudia diseño de modas y es igualita a la actriz de Juno.
Henri y Elina me han enseñado 5 palabras en finlandés cada día. Para la fiesta, me enseñaron a preguntar: Opiskeletko Taikissa? (¿Estudias en TAIK?) si me contestaban Kylla (sí), entonces yo decía: Mina myös (Yo también); si me decían En (No), entonces decía: Miss asina opiskelet? (¿dónde estudias?). Independientemente de su siguiente respuesta, yo decía Joo (ahh, bien), pues ya no tenía ni idea de lo que decían. Así conocimos a algunas personas, como a Anna.
Ayer, Elina se fue temprano con sus amigas, casi todo el día. Antes de irse, le ordenó a Henri que me llevara a andar en bici. IMPORTANTE: en Helsinki, la bici es un medio de transporte; las calles están adaptadas para los ciclistas y los puentes no tienen una inclinación de 70º como en otros lados…
Elina me prestó su bici. Henri me enseñó el camino hacia mi nueva casa. No llegamos hasta el departamento, pero casi. Luego fuimos de regreso. La verdad es que es bastante cansado, no sólo por las subidas, sino también por el viento. Es tan difícil pedalear en las subidas como con el viento en contra. En nuestro camino de regreso, paramos en un centro de reciclaje. Reciclan muebles, electrodomésticos y ese tipo de cosas.
Por ejemplo, tienen sillas Thonet (comentario específicamente hecho para los diseñadores) que venden por la módica cantidad de 10 euros. Al parecer es cosa de suerte, pero se pueden encontrar verdaderos tesoros en ese lugar.
En fin, regresamos a la casa y comimos. Teníamos el plan de llevar por lo menos una de mis maletas al departamento en cuanto Minni me avisara que ya había llegado o que estaba en camino. Después de comer, Henri se quedó dormido. Me dio tanta pena despertarlo, que mejor le dije a Minni que llevaba mis cosas hoy.
Una vez que Henri se hubo despertado, le enseñé un mail que me mandaron los de la escuela sobre un dichoso concierto en una isla. La invitación estaba en finlandés, así que nadie sabía a ciencia cierta de qué se trataba. Henri no conocía a los que tocaban, pero me dijo que la invitación indicaba que no se debía correr demasiado la voz, porque en la isla sólo caben 600 invitados.
Decidimos darnos una vuelta, a ver cómo estaban las cosas. Si de plano no nos gustaba, nos regresábamos. Si estaba bien, Elina nos iba a alcanzar. El lugar estaba bastante cerca de la escuela y ellos viven muy cerca de la escuela, así que nos fuimos caminando.
El evento denominado Isle of Sheep, fue como un sueño. No me refiero a un evento soñado, aunque sí estuvo padre, sino como a un verdadero sueño, con esa cualidad confusa. Caminamos hacia la escuela y luego por detrás de la misma. Ya eran casi las 10 de la noche, así que estaba oscuro. Seguimos caminando por el bosque; mucha gente caminaba en el mismo sentido que nosotros; muchos otros en contrasentido. Seguimos caminando, cruzamos un puente y llegamos a un lugar que estaba bastante oscuro. Había muchas bicis estacionadas y gente caminando. Henri empezó a hablar con una chava que llevaba una linterna. También iba al concierto; así que la seguimos.
A partir de ese momento, nos movimos “en fila india”. Resulta que entre la Isla de los Borregos y la tierra continental, hay una especie de pantano. Sin embargo, se llega a la isla caminando. Tienen dispuesto un camino de tablones de madera, como de medio metro de ancho; como cada 5 m. había dos postes redondos de madera como de 1.6 m. de altura. En esa oscuridad, parecía que flotábamos en la inmensidad. Alrededor, sólo se veían unas cuantas plantas bastante altas, como pastos muy crecidos. Hacia delante no se veía nada; sólo el camino de tablones. De cuando en cuando nos topábamos con personas que venían de regreso; gente de todas las edades, incluso niños. Después de alrededor de 15 min. de caminar sin rumbo claro, empezamos a oír música. Supongo que caminamos como otros 10 min., hasta que llegamos a “tierra firme”
El concierto era adentro de una cabaña enorme. Todos estaban muy felices. Quién sabe qué tipo de música era, o por qué era la fiesta, pero se veía bien. Elina nos habló y entonces Henri regresó para encontrarla en el camino de tablones. Nos encontramos a un amigo de la escuela, que le prestó una linterna a Henri.
Después de unos 15 min., llegaron otros compañeros de la escuela, y como 5 min. después, llegó Elina. Henri tuvo que ir con un amigo. Así que nos quedamos las dos en la cabaña y misteriosamente, nos encontramos a Anna, la chava de la fiesta del día anterior.
Anna nos contó que la fiesta era una tradición desde principios del siglo pasado. Que se hacía para conmemorar el final del verano. Por alguna razón, la fiesta se dejó de hacer en los 50’s ó 60’s, pero en el 2005, empezaron a recuperarla. La banda que tocó ayer (que por cierto terminó de tocar en el preciso momento en el que llegamos nosotros), es la misma que ha tocado los otros años y parece ser bastante popular.
Nos quedamos en la fiesta como hasta las 12, bailando una música rara, a veces finlandesa, a veces gringa, con mis amigos de la escuela. Elina se encontró a una amiga de la escuela, quien le presentó a otra chava, Saara. Resulta que Saara está estudiando para ser maestra, creo que de primaria. El próximo año, va a ir a Madrid a hacer prácticas profesionales. Me pidió que le ayude a practicar español; a cambio, me va a enseñar finlandés.
Hoy fuimos a comer a casa de la tía de Henri. Otra tía de Henri, no la de la casa de verano. Ella vive muy cerca del centro de Helsinki, tiene un departamento muy grande, que está remodelando. Según me explicaron Henri y Elina, (sus tíos) tienen un negocio en el que se dedican a arreglar departamentos que después rentan por semana o por mes. Funcionan como hotel, pero al parecer resulta más barato (dato importante).
Saliendo de casa de los tíos de Henri, Elina fue a su reunión con las scouts, Henri a un evento de judo y yo fui a su casa, a recoger mis cosas. Empaqué todo y me fui… a mi casa.



La escuela
La escuela está realmente bien. Tiene todo tipo de talleres. Todavía no me ubico muy bien, lo que pasa es que en algunas partes, no existe el tercer piso, el piso 5 de un lado es el 6 del otro, cosas así.
No recuerdo si ya les había comentado sobre el proyecto, pero les explico: Es un proyecto introductorio a “los estudios de maestría”. Así que cada departamento está haciendo un proyecto específico. Los departamentos son: Design Media and Production Design, Media Lab, Design, Porti Art and Media, Art Education y Visual Culture. Mi maestría está en Design.
El proyecto de introducción es entre las distintas maestrías del departamento de diseño; es decir, Furniture Design, Applied Art and Design y Textile Design. Se llama “Grow Helsinki”. Cada equipo, por supuesto, puede interpretarlo como quiera. Somos 10 equipos de entre 8 y 10 personas. Tenemos que presentar un video final en dos semanas, para lo cual, la semana pasada tuvimos un curso de seis horas de “PREMIERE” (programa para editar video).
En mi equipo, hemos decidido intervenir la parte “social”, debido a que en repetidas ocasiones hemos escuchado que a los finlandeses les cuesta trabajo socializar. Que toma años que un par de vecinos comiencen a saludarse y aún más el que se hagan amigos. Estamos haciendo “experimentos”, para que se comuniquen rápido. Algunos han funcionado, otros no tanto. Todavía tenemos algunos pensados, pero creo que vamos bien; por lo menos para la presentación intermedia, que es esta semana.



Finalmente instalada
Pues sí, hace rato llegué a mi residencia oficial. Para variar me equivoqué y toqué en otro lado… pero bueno, encontré el departamento. Minni estaba ahí y también su novio, Juha. Conocí a su perro, Bandit. No tiene… raza definida… pero es negro, mediano y bastante tranquilo, a pesar de la mudanza.
Resulta que está completamente amueblado. Tengo una cama, dos escritorios, un closet muy grande, una cómoda, una lámpara de piso y otra de pie. Al parecer Minni es demasiado cuidadosa con sus cosas. Todo tiene que encantarle, así que los vasos son de ittala, las lámparas de Tapio Wirkala… Yo no me quejo, pero me da miedo romper algo!!
La verdad muy bien. Minni es muy seria, pero al parecer, buena persona. Juha se va a quedar unos días para cuidar al perro, porque está un poco nervioso y no queremos que ladre y que nos corran los vecinos.


Pues me despido, espero pronto tener más cosas que contar.

¡Felicidades a Paty y a Felipe!

Por cierto, que si alguien quiere contarme cómo estuvo lo de la marcha, es bienvenido.


¡¡Saludos!!

domingo, 24 de agosto de 2008

SUOMIZACIÓN




He estado “internacionalizándome”. En el hostal conocí a unas personas de Kenia, que vinieron a Helsinki a una capacitación sobre Ingeniería ambienta. No se conocían entre ellos, pero ya llevaban casi un mes viviendo en el hostal, decían que la cocina comunal del tercer piso, donde estaba mi cuarto, era su casa.

El miércoles que llegué de la escuela, fui a comer a esta cocina; entonces los conocí. Me ofrecieron probar café de Kenia. Acepté y la verdad es que tomé un deliciosísimo café con leche. El jueves me ofrecieron “ugali”. En una olla, tenían una especie de masa, que de hecho olía un poco a tortillas. La estaba batiendo, porque con el calor se inflaba. Después de un rato, la puso en un plato extendido y quedó una especie de “pastel” con consistencia de puré de papa. En unos platos hondos, sirvieron una especie de caldo de pollo, con pimientos y una pieza de pollo en cada uno.

Nos sentamos en la mesa y a cada quien le dieron un plato de caldo. El ugali lo pusieron en el centro. Después lo rebanaron con un cuchillo. Cada quien tomó una rebanada (que por cierto estaba muy caliente). Hay que estar moviendo el ugali en la mano, como amasando. De él, se toman unas pequeñas porciones que se hacen bolita y luego se mojan en el caldo. Todo con las manos, sin cubiertos. Así hasta que se termine el caldo. De hecho, la pieza de pollo también se corta con las manos y se mezcla con el ugali. Tiene un sabor similar a tortillas.

Ayer los vi por última vez, porque ya regresaban a Kenia y porque yo ya no iba a estar en el Hostal. De nuevo tomé café con ellos y les regalé unas sevillanas.

Un poco antes, en la escuela, había leído un mail de la novia de Henry (el chavo que me ofreció quedarme unos días en su casa), que decía que si quería, podía mudarme ese día con ellos. Como yo iba a ir a ver la casa que me ofrecía la amiga de Katti, le escribí que tenía pagada esa noche en el hostal, pero que probablemente podríamos vernos un poco después, para que llevara por lo menos una maleta y no tuviera que mover todo el sábado.

Después de comer volví a leer mis mails y lamentablemente me di cuenta de que esta chava, Elinna, había ido a la escuela a esperarme, como a las 4. A esa hora yo estaba viendo la casa (Por cierto, la casa está en un lugar precioso). Pude comunicarme por mail con Elinna y quedamos en vernos hasta el día siguiente; también me dijo que Henry tenía planeado ir a la kesämökki (casa de verano) de su tía, con sus papás y que estaba invitada.

Después de hablar un rato con Sil y con la Sra. Marcela (y ver a Chess y a Spot) y esperar a Javier que nunca llegó… salí a dar una vuelta por una plaza muy cercana donde iba a haber un concierto. Aunque tenía un programa, no tenía idea de lo que se trataba; pero camino al hostal, había visto cómo (durante 3 días), montaban el escenario, así que pensé que era importante. Supe por los… ¿de Kenia?, que empezaba a las 9, entonces pensé que no habría problema en llegar un poco tarde. Cuando llegué al lugar, ya no estaban dejando pasar. Como a 2 cuadras de distancia, habían cercado porque “ya estaba muy lleno” ¡claro que no! Pero bueno, les pregunté si existía la posibilidad de que nos dejaran entrar y dijeron que sí. Entonces esperé un poco. Al poco rato, se me acerca un borrachito y me dice algo en finlandés. Le dije que no entendía, entonces jaló a otro señor. Resulta que yo llevaba la cámara colgada y quería que les tomara una foto; aquí están jajajaja:




Ayer me levanté temprano, no podía dejar plantada a Elina (de nuevo). Hice el “checkout” y me fui hacia la escuela, donde quedé de verme con ella. Llegué temprano. De repente me di cuenta de que no tenía idea de cómo era Elina y que ella tampoco me conocía (aunque seguramente me iba a reconocer con todas esas maletas). Estaba esperando, mientras leía el periódico. Cada vez que pasaba una chava, pensaba que podría ser ella. Pero no… Habíamos quedado en vernos a las 9:30, así que como es costumbre por estas tierras, ése fue justo el momento en el que llegaron.


Henry y Elina llegaron en bici. Estaban del otro lado de la calle. Tomé mis cosas y caminé hacia ellos. Henry me presentó a Elina y luego me ayudaron a cargar mis cosas. Caminamos como 25 min. Porque cuando estábamos por llegar a su casa, los papás de Henri pasaron junto a nosotros (obviamente, habían quedado de vernos a las 10). Así que subieron mi maleta en su coche y luego nos ayudaron a subirla al departamento. Llevaban una canasta de manzanas blancas que recolectaron en su jardín; el sabor es muy similar a las que tenemos en México, pero el color es muy distinto, si no completamente blancas, sí muy cerca de serlo.
Elina no pudo ir porque tenía mucho trabajo, pero me prestó sus botas para que pudiera caminar por el bosque. Henri manejó, su papá iba adelante y su mamá y yo atrás. Me preguntaban sobre el tamaño de la Ciudad de México y sobre la cantidad de habitantes. No podían creer que tantas personas viviéramos en una ciudad. Después me dijeron que si quería, podía llevar mi traje de baño para nadar en el lago de agua helada. Pero mi traje de baño está en algún lugar dentro de la maleta que ya hice y deshice varias veces, así que mejor ya ni lo busqué, no sería esta vez cuando me animara a hacerlo.


Tomamos una carretera y después de un poco más de una hora, tomamos un camino más pequeño. Después tomamos un camino de terracería. Todo entre un bosque de abedules, completamente verde. Finalmente llegamos a la casa.

Nos recibieron los tíos de Henri, que aunque no hablaban mucho inglés, podían entenderme y se daban a entender. Entramos a la casa y me dijo Henry que acostumbran quitarse los zapatos adentro de las casas. Tienen una serie de tapetes acomodados en “caminito” en los pasillos y otros más grandes en las áreas comunes.
La casa es una cabaña, pero moderna. Se supone que la mayoría de las kessämökki son más tradicionales y no tienen agua o electricidad. Ésta tiene todos los servicios y está construida como lo hacen ahora. En lugar de utilizar troncos completos, las vigas se arman de tres tramos (¡¡como en los muebles de PCH!! (Beata, Luis)). Pueden verlo en la foto:




Después llegaron más familiares de Henri. Su abuela, otras tías y un primo y su novia. Cuando todos habían llegado, comimos. Es muy interesante ver como aprovechan sus recursos. Así como los papás de Henry nos habían llevado manzanas de su jardín, sus tíos prepararon sopa de hongos que recolectaron en su propiedad. Acompañamos la sopa con un pie con un relleno de betabel o algo parecido al betabel y panes con queso, salami y jamón. De postre comimos una especie de yogurt o mousse de moras (también recolectadas ahí mismo). Yo les llevé cajeta; al parecer, les gustó mucho.

Luego prendieron la tele, porque estaban las olimpiadas y había tres finlandeses compitiendo en la final de lanzamiento de jabalina. Sólo se llevaron el bronce y aunque se emocionaban un poco cuando le tocaba lanzar a alguno de sus deportistas, no tenía mucho que ver con la emoción de los mexicanos.

También fuimos por un paseo en lancha (Henri, su papá y yo). Están prohibidos los motores de gasolina, así que se mueve con un motor eléctrico que casi no hace ruido (el ruido tampoco está permitido). Los tíos de Henri tienen un territorio de 4 hectáreas frente al lago. Hay como 10 casas en total alrededor de este lago. Éramos los únicos en el lago cuando fuimos a dar la vuelta.

Cuando regresamos, el papá de Henri me dijo que ya era buena hora para el sauna, que iba a ver quién me llevaba. La novia del primo de Henri, Tullik (no sé si se escribe así), dijo que me acompañaba. Entonces me fue explicando qué es lo que hacen. Me dijo que podía llevar mi traje de baño. Recordemos que no lo llevaba….
Ni modo, sin traje, entonces… El sauna es una construcción separada de la casa. La casa está a la orilla del lago, en una especie de montañita. El sauna está un poco más abajo y se conecta al lago con una plataforma; una especie de muelle. El sauna tiene un primer cuarto, con algunos sillones y una chimenea. Ahí ponen bebidas y es donde se quitan la ropa. Entonces se pasa al segundo cuarto, ahí hay unas bandejas de agua, una para cada persona y una cubeta grande con agua fría. Esa agua se mezcla con agua que se saca del sauna, hasta que esté templada. Lo que pasa es que se debe estar mojado antes de entrar al sauna. Adentro, huele muy bien, a madera y “piedras calientes”. Me dice Tullik que este sauna es muy grande, que en general son más pequeños. Tiene unas bancas en forma de L, dispuestas en dos niveles. En la esquina hay una estufa especial, loulu (o algo así), que tiene muchas piedras encima. Las piedras deben ser lo más parecidas posible (en tamaño y forma), para que puedan acomodarse mejor y el agua no escurra directamente hacia el fondo de la estufa. En la parte lateral, hay un compartimiento donde ponen agua que se evapora. En la parte inferior hay una entrada para la leña (de abedul, que por supuesto, también recolectan en su propiedad),

Hay también un recipiente con agua muy fría, con una especie de cucharón. Las bancas se mojan con esa agua antes de sentarse. Entonces uno se sienta a relajarse. También puede estarse mojando con el agua fría. Inmediatamente, se empieza a sudar, así que esa agua fría resulta refrescante.


Después, Tullik me dijo que si quería, podía ir a nadar al lago. No estaba muy segura, peeeero, qué más da, ella iba a ir de todas formas. Me dijo que la siguiera, que si quería nadaba y si no, no. Tullik se metió al agua y me pareció tan natural, que me metí. ¡Qué frío!!! Pero después de unos segundos de estarme moviendo, ya no se sentía el frío. Entonces regresamos al sauna. Esa es una de las sensaciones más extrañas; al salir del lago, no sé si tenía frío o calor… Pero estuvo bien regresar al sauna. Estuvimos ahí unos minutos más y luego salimos.
En este cuarto intermedio, se bañan después del sauna. Después pasan al último cuarto donde se visten de nuevo y toman algo. Finalmente regresamos a la casa. Tullik les dijo que nadé y todos estaban muy orgullosos, hasta aplaudieron. Dijeron que había sido muy valiente porque el agua estaba en 14 º, es decir, fría para ellos, también (porque no precisamente estaba haciendo calor).


Después, algunos otros fueron al sauna. Mientras, nos ofrecieron café y pastel. Lo raro es que apenas terminamos de tomar el café, todos se levantaron y se empezaron a despedir. No habían pasado ni 5 min. Y ya estábamos en el coche. La verdad es que todos fueron muy amables conmigo y me dijeron que esperaban que nos viéramos de nuevo.


De regreso pasamos a casa de los papás de Henry, donde dejamos a su mamá, quien nos invitó a que fuéramos a comer hoy. Su papá nos llevó al departamento. Llegando le platicamos a Elina sobre el día. De hecho, estuvimos platicando hasta tarde. Muy a gusto, aunque Henry es muy serio casi todo el tiempo, Elina se ríe mucho, así que la pasamos bien.


Hoy dormimos hasta tarde. Desayunamos avena y después fuimos a casa de los papás de Henri, a comer. También ellos habían preparado la comida, principalmente con lo que ellos mismos cultivan. Me explicaron que le rentan al estado una parcela, donde cultivan distintas cosas. Especialmente quien lo hace es la abuela de Henry (la que no conozco), que tiene casi 80 años y diario va a ver su cultivo a las 7 am.
Comimos pollo y costillas de cerdo a la bbq, papas, ensalada, pimientos asados, salsa de hongos y al final un pastel de manzana y café, muy rico todo. También vimos la clausura de las olimpiadas y como ayer, apenas terminamos, nos fuimos.


Hace rato me llevaron a “dar un paseo”, me enseñaron a hacer caminata nórdica. Después regresamos y terminamos el día cenando unos molletes improvisados. Mañana tenemos que ir a la escuela, así que ya es hora de dormir. ¡¡Seguimos en contacto!!

jueves, 21 de agosto de 2008

Primeras Noticias

¡Bienvenidos todos! (y bienvenida yo, como diría nuestra querida Mariagna)

Pues lo prometido es deuda. Aquí está el blog; espero que funcione. Sé que para muchos es molesto recibir mails comunales; a mi tampoco me agrada. El problema es que a veces contarle a todos lo mismo, en distintos mails no es tan... óptimo. Así que la idea es la siguiente: Yo subo aquí la información de cómo me va y qué estoy haciendo, les cuento mis impresiones, mis experiencias, probablemente hasta mis trabajos y cuando quieran, pueden entrar y ver qué está pasando. Por supuesto, no se descarta el mail, pero por lo menos allá trataremos cosas más personales o específicas, o lo que sea...

Les contaré desde el principio, entonces. Es decir, desde que pasé aquella puerta de migración en México, todavía con algunas lágrimas en los ojos. Y no es que no quisiera venir, dejarlos allá es lo difícil. Pues entonces, todo normal; encontrar la sala y sentarme a esperar... no esperé mucho y empezamos a abordar. Mi lugar fue el de la última fila, en la ventana... A mi lado un niño y su mamá en el pasillo.

Apenas llevábamos unos minutos volando, la Sra. (la mamá del niño), iba acostada en la mesa, diciéndole a las aeromozas que se había mareado... mmmmmmm... O sea, no sólo no podía reclinar el asiento (porque era el de atrás), sino que tampoco iba a poder salir al baño porque la tipa ésta, iba cuajada... Luego pasan las formas de migración, le dan a la Sra. (chicana) la forma, y le dice: no, soy ciudadana americana y a mi me dice, cuando se la pido: "No, ésta es sólo para extranjeros" y yo ¡SOY MEXICANA!!! En fin... llegamos a Chicago, me toca que me revise mis papeles un Chino payasísimo, que al parecer no sabe dónde está Helsinki... Pero bueno, recogí mis maletas sin problema, pero tuve que cargarlas al piso de arriba. Esperé como 3 horas y tomé el siguiente vuelo a Copenhague.

Ya saben que no tengo problemas para dormir en los aviones, peeeero si consideramos que nos despiertan a las 9am de la "hora local"... eran las 4 am de México. Obviamente, terminamos de desayunar y yo moría de sueño. Finalmente llegamos a Copenhague, como a la 1pm. Me sellaron mi pasaporte y eso y de nuevo a esperar, como otras 3 horas. Finalmente tomé el avión que iba a Helsinki. Un avioncito de hélices que aterrizó en Helsinki como a las 7pm.

Entonces tomé un taxi al hotel. Dejé mis cosas en el cuarto y me dispuse a ir a hablar por teléfono. Cuando le pregunté a la Srita de la recepción dónde estaba el teléfono público más cercano, casi se ríe. Resulta que quedan como 2 teléfonos públicos en todo Finlandia. Entonces fui a buscar el "probable" teléfono. Obviamente, no lo encontré. Y empezó a llover. Pero el problema no es la lluvia, que es muy fina, casi nada, sino el viento, que está tan fuerte que llueve como a 60º y obviamente empapa...

Iba caminando por la banqueta con mi mapa, cuando se me acerca un chavo como de unos 35 años y me pregunta si hablo inglés. Le dije que sí, creí que me iba a pedir ayuda, pero en realidad, me la ofrecía. Ya saben, igual que en México... me preguntó qué buscaba, le dije que un teléfono. Me dijo que no había, pero que cerca estaba la "central" donde se puede hablar. Pero me dijo que también podía hablar desde su tienda, en la otra esquina. Total me dio chance de hablar desde su tienda, me dijo que era de Dinamarca y que lleva 6 años en Helsinki. después me ayudó a contactar 3 hostales para conseguir hospedaje para los días subsecuentes. Encontré lugar en un hostal y luego me llevó a un Mc Donald's y ahí me dejó para que cenara; de hecho creo que era lo único abierto. Finalmente regresé al Hotel, a descansar.

Me levanté temprano, para ir a conocer la escuela. Todavía no había estudiantes, pero pude conocer a la de "Servicios Internacionales" y me di una vuelta por la escuela. La verdad está padre (aunque todavía no la conozco toda), está en un lugar que se llama ARABIA, que antes, no sé cuándo, era una fábrica. La fueron adaptando por partes, hasta que quedó como está hoy. Así que es un poco extraño; no todos los elevadores llevan a todos los pisos y no todos los pisos se comunican entre edificios. Seguramente me perderé unas cuantas veces. Pero luego regresamos a lo de la escuela.

Resulta que urge que consiga dónde vivir. Necesito tener una residencia, para ir a registrarme como residente de la ciudad de Helsinki, junto con mi permiso de residencia. Ya con eso, puedo abrir una cuenta de banco. Necesito la cuenta de banco para comprar un celular, porque muchas cosas se pagan desde esa cuenta de banco, a través del celular... Además, sólo si estoy registrada puedo conseguir los descuentos para el transporte de Helsinki.

Entonces ese día fui a ver lo del Housing; donde me dijeron que todavía no tenían una propuesta; que en realidad todavía tienen que encontrar casa para muchos estudiantes. Entonces fui al hotel para hacer un registro con otra organización. Después fui a ver lo del transporte. 9 euros la tarjeta más casi 40 del transporte por 2 semanas... ni modo...

Luego fui a ver dónde estaba el hostal; porque al día siguiente, en la mañana, tenía que llevar tooodo mi equipaje para allá; antes de ir a la escuela. Como pedí que me activaran la tarjeta de transporte el miércoles, caminé hacia el hostal... un chorro, por supuesto. De regreso en el hotel, tuve que trabajar en mi "tarea"; terminé y tuve que acomodar mi equipaje de nuevo; es que por si no lo sabían, tuve que revolver todo en el aeropuerto de méxico porque la disposición dice que se pueden llevar 2 maletas de 23 kg, pero no una de 46; y la mía era como de 30...

Entonces me dormí como a las 2 am... Me levanté a las 6 para llevar las maletas. Luego fui a la escuela. Conocía al "Director" de la maestría, al resto del "staff" y a mis compañeros. Resulta que somos 8 de nuevo ingreso y como otros 8 que estaban en TAIK (así se llama la escuela) en la Licenciatura y ahora pasan a la maestría. Pero ayer sólo eramos 9; parece que faltaron los "locales". Sólo 2 hombres, finlandeses ambos, uno de 22 y otro de 28; de las mujeres, una es finlandesa-alemana (24 años), que ha vivido en italia, francia y usa, otra es japonesa (28 años), nacida en alemania, vivió también en usa. Otra es koreana (26 años) y ya había estado en TAIK, de intercambio. Las otras 3 son finlandesas, una de Lahti, diseñadora de joyas de 30 años, las otras dos, me parece que son de Helsinki, una tiene como 28 y la otra tiene 22.

Nos presentamos y eso, mientras nos consentían con pan y café. Luego nos llevaron al museo de diseño de Helsinki (gratis); nos enseñaron la exposición temporal, de jóvenes diseñadores finlandeses; el director de mi maestría incluído, así como otros profesores de la escuela. Al final, el director nos compró café a todos. La verdad, para este punto, me sentía cansadísima y flotando, entonces me fui al hostal a mandar mails a mis compañeros que me dijeron que tenían amigos buscando roommates.

Ya ayer pude dormir más (o sea, me pude dormir temprano y levantarme más tarde, no es que no pueda dormir, eso es impensable). Hoy fui a la escuela a la sesión de inducción para nuevos estudiantes. Estábamos toodos los de nuevo ingreso, especialmente los extranjeros. Somos de alrededor de 26 nacionalidades distintas. Ningún otro mexicano, ningún otro latino... Nos dieron pan y café y luego pláticas. Primero el vicerector, parecido a Sir, Paul McCarthney (¿lo escribí bien?), pero con el cabello totalmente blanco y un tanto más largo. Despué nos hablaron de los choques interculturales. En realidad fue una sesión de chistes sobre todas las nacionalidades por un inglés que lleva 30 años viviendo en Helsinki. Sobre nosotros sólo dijo: "Los finlandeses son los más puntuales del mundo; de hecho, al lado de los finlandeses, los alemanes son como mexicanos...."
Después dinámicas e información. Resulta que TAIK es la universidad más internacional de Finlandia. Como el 30% de los que entramos de nuevo ingreso, somos extranjeros. Estas primeras semanas tenemos unos cuantos talleres y tenemos que arreglar nuestros planes de estudio. Ya conocimos mejor la escuela: En el sótano de la escuela, hay 4 bibiliotecas; una pública, una de jazz, la de la escuela y.... otra. Hay por lo menos 3 cafeterías, donde hacen descuento a los estudiantes de la universidad. O sea, puedo comer por la módica cantidad de 2.5 euros. Y obviamente, hay toda clase de talleres. Las clases se eligen y no necesariamente tienen que ser del departamento al que perteneces; puedes tomar la que quieras. Hay que plantear un programa personal de estudio de acuerdo con el departamento.

Comí con algunas de mis compañeras y unas chavas portuguesas y una holandesa. La chava finlandesa-alemana me pasó los datos de una amiga suya. Creo que voy a vivir con ella. Me dice que es en una isla, que no lo parece porque todo está conectado con puentes. Es una casa de 3 pisos, tenemos un departamento, con recámara, sala, cocina y baño. Ella tiene de todo, hasta lavadora, tele, dvd... La renta no es tan cara y me ofrece la recámara y ella dormiría en la sala. Todavía no la conozco; ella no ha llegado a Helsinki y las llaves se las dan hasta el 1º de septiembre. ¡Además tiene un perro!

Me dice que está muy interesada en México, así que suena bastante bien. Uno de mis compañeros, que vivie con su novia, me dice que puedo quedarme con ellos unos días, en lo que me puedo mudar. Así que parece que todo se está arreglando bien!

Pues esas fueron mis primeras noticias, pero seguimos en contacto.


¡Saludos a todos!
Clau